Guilherme Peixoto, un padre de un pueblo en el norte de Portugal, ha estado ocupado este mes celebrando misas en sus dos parroquias, conmemorando a los muertos y en los preparativos del set de música electrónica para su próximo concierto internacional como DJ. Lo que comenzó hace casi dos décadas como una forma novedosa de recaudar fondos para las iglesias de su región rural, se ha vuelto esencial para el ministerio de este sacerdote católico de 49 años en un continente que se seculariza rápidamente y donde la práctica religiosa está disminuyendo a gran velocidad, especialmente entre los jóvenes.
Padre Guilherme, con su carisma y enfoque innovador, ha logrado establecer un puente entre la tradición eclesiástica y la contemporaneidad, llevando el mensaje de la fe más allá de los confines habituales de la liturgia. Su incursión en la música electrónica no solo le ha permitido recaudar fondos cruciales para sus parroquias, sino que también ha proporcionado un medio único para conectarse con la juventud. En un continente donde la secularización amenaza las raíces religiosas, el padre Guilherme demuestra que la espiritualidad puede resonar en los ritmos modernos, ofreciendo una perspectiva fresca y atractiva para aquellos que buscan una conexión más personal con la fe.